Quédate con las flores
Vuelve a donde te encontraste tú,
el día que te perdiste
y no había nadie cerca.
Sigue las señales.
Tu intuición.
Olvídate de la llamada que no llega.
Levántate como siempre.
Vive como nunca.
Y no esperes que algo grande suceda.
Quédate con los pequeños gestos,
las medias sonrisas
de quienes no esperabas que sonrieran.
Quédate con los abrazos cortos,
porque no todo el mundo abraza como si se despidiera.
Quédate con la lluvia,
aunque haga frío,
porque el arcoíris necesitaba que lloviera.
Quédate con las flores.
Y colócalas donde todo el mundo las vea.
Quizá un día la vida se despierte gris,
busque colores
y necesite tenerlas.